domingo, 25 de julio de 2010

Domingo, Jugando a ser fotógrafo

Y acá estoy, una semana después de la última entrada... pero ahora estoy en el living tomando mates (hace muuucho que no tomaba mates por la gripe) con Amélie a mis pies y con mis nuevas pantuflas de "tigre" (con garras y todo), viendo The History Channel un programa de cómo se crearon los Himalayas...
  Por lo menos ya doy señales de vida y hace tres días que volví a ver la luz del sol, aunque todavía tengo tos y dolor de garganta... pero ya esta!!!
  LA otra vez estaba en mi cama haciendo reposo y pensaba... y trataba de ver mi vida a través de otros ojos... y compararla con mi vida de hace unos meses. Definitivamente no tiene nada que ver! y es evidente como cambian las cosas cuando uno se propone algo y lo defiende, una decisión por ejemplo que cambia tu modo de vivir... y me di cuenta de eso porque estaba mirando unas cosas que compré justo el mismo día en que cambió todo. Compré un montón de cosas de pintura (acrílicos, pinceles, bastidores, un atril) y están en el embace original y se supone que compré esas cosas para empezar a pintar, solo con la finalidad de aprovechar el tiempo que me sobraba perdiéndolo... pero no destape ni un pomito de pintura. Tampoco estudié casi nada de los libros de fotografía que compré. ¿no tengo tiempo? debe ser cuestión de acomodar mi nuevo estilo de vida. No me gustaría dejar de ser lo que me gusta ser, sino creo que lo mejor es acomodar las cosas y los tiempos para no hundir al Sam "bohemio" que llevo dentro.
 
   Lo que sucede es que en determinadas ocasiones de la vida uno toma decisiones que lo llevan a lugares y situaciones completamente diferentes a las “planeadas”… y en cierto modo eso esta bueno. Sería muy aburrido que todo salga tal como lo planeamos, no tendríamos necesidad de reflexionar o dudar… todo estaría resuelto.
 Afortunadamente mi vida no es así. Y hoy estoy transcurriendo una época de cambios (abruptos). Todo a causa de una decisión tomada y el empeño por defender esa decisión. Y acá estoy, en la transición de una vida solitaria y aburrida, a una vida sin tiempo para sentirme solo o aburrirme…

            Y alguien alguna vez le preguntó a su maestro qué hacer al tomar una decisión?... y él respondió:
                        Debes seguirlas absolutamente, o no seguirlas en absoluto. No debes pergeñar compromisos, porque cualquier cosa a que te comprometas a medias será más dañina que útil. Todo aquello a lo que te comprometas a medias te divide: ése es el daño. Deberías conservar una integridad indivisible.
            Entonces, o bien entrégate por completo… entonces no será necesario que piense: síguelas ciegamente.
            O bien, si sientes que esto es imposible y que no se puede hacer, no las sigas en absoluto. Haz por completo tu propio camino. Entonces también te conservaras indiviso. La meta, la finalidad, es permanecer entero. Por ambas vías lo lograrás: el resultado final será el mismo.
            Pero la mente siempre propone hacer ambas cosas.

Y es absolutamente cierto… por lo menos siempre que me propuse algo, por alguna u otra razón terminaba diluyendo esa primera idea y se convertía en más de lo mismo. Desde un negocio hasta una dieta… parece que es una cuestión de convicciones, que evidentemente no tuve. Pero darse cuenta es el primer paso para cambiar, y es lo que quiero. Cambiar mi miedo a saltar. Dar el gran paso y dejarme de joder siendo tan precavido o analítico en las cuestiones de la vida.
Tampoco quiero decir que voy a andar por la vida de un lado a otro, errante y siguiendo la dirección del viento… quiero seguir mi propio dirección y que el viento me acompañe para donde yo decida ir… no es un deseo, ni una meta a alcanzar… mas bien es una nueva manera de pensar y de tomar decisiones, una nueva manera de vivir, una manera de seguir buscando la felicidad… no para ser feliz, sino para ser mas feliz que ahora… un poquitito mas feliz cada día. No debe ser tan difícil.


   Cada tanto me dan ganas de escaparme y alejarme de lo cotidiano. Años antes no tenía nada cotidiano y escaparme era mi modo de vida y mi rutina era juntar unos mangos (dinero) y subirme al bus mas barato e irme a la montaña, con el dinero necesario para comer y volver... y por supuesto eso era todo lo que necesitaba para ser felíz. Pero los tiempos cambian y la vida te lleva por lugares que no pensabas y si bien hoy tendría mas posibilidades de viajar (presupuesto) pero no hay tiempo.... mientras tanto me desquito gastando dinero en cosas que tal vez me sirvan cuando  vuelva a viajar (cámaras, GPS, Notebooks) y también en cosas que seguramente no me serviran para nada ( el Bajo en forma de hacha de Genne Simmons de KISS, un GYM, LCD de 32´, entre otras cosas inútiles)... y también me desquito sacando fotos.


























  


  

2 comentarios:

valeria dijo...

¡Qué identificada me sentí con la primera parte Sam! “No me gustaría dejar de ser lo que me gusta ser, sino creo que lo mejor es acomodar las cosas y los tiempos para no hundir al Sam "bohemio" que llevo dentro.”
Yo me siento una desorganizada :( En épocas de parciales por ejemplo, me desespero tanto que no hago otra cosa más que estudiar (¿por qué creés que tardé tanto en volver a pasar por acá?)…y no me dejo tiempo ni para leer un libro que me guste, y hay cosas que así me quedan colgadas y pasan los años y no las emprendo, como mi teclado que quedó juntando polvo…como el atril que te comentaba antes aún no estrené…pasa que soy consciente de que algo anda mal, de que debo organizarme de otra manera…pero siempre me termina pasando lo mismo :(
Creo que me comprometí con mi carrera pero descuidé muchas otras decisiones que quedaron a la mitad, y no está bueno.
“Tampoco quiero decir que voy a andar por la vida de un lado a otro, errante y siguiendo la dirección del viento… quiero seguir mi propio dirección y que el viento me acompañe para donde yo decida ir… no es un deseo, ni una meta a alcanzar… mas bien es una nueva manera de pensar y de tomar decisiones, una nueva manera de vivir, una manera de seguir buscando la felicidad… no para ser feliz, sino para ser mas feliz que ahora… un poquitito mas feliz cada día. No debe ser tan difícil.”
Me encantó eso y espero poder aplicarlo más a mi vida. Pasa que cuesta más…porque no trabajo, no tengo la posibilidad de “escaparme” cuando quiera, y eso hace que muchas veces al único lugar que me escape sea a los mundos literarios imaginarios sumergiéndome en las páginas de un libro, lo cual es hermoso y me llena de placer…pero me falta ese plus que solo un viaje a la naturaleza puede darme.

Cambiando de tema. Tu historia sobre Timoteo hizo que mis ojos también se llenaran de lágrimas. ¡Ay, Sam! Es que son esos los gestos que hacen que este mundo que muchas veces se nos torna tan hostil sea un poquito mejor, porque es como vos decís: regalándole una sonrisa a una persona logramos cambiar algo, al menos una parcela. Haciendo un poquito mejor la vida de alguien más también nos hacemos dichosos a nosotros mismos y como dice Fromm: en el mismo acto de dar está la recepción de esa dicha que solo es producto de la bondad. Es un placer leerte así que me podés escribir todo lo que quieras que siempre lo leeré con placer…y pese a que estoy bastante desaparecida del mundo blogger…siempre vuelvo por estos lugares a ver qué novedades tenés para contarnos.

Espero que los cambios te estén llenando de sonrisas…y que los obstáculos no te impidan seguir caminando.

Un abrazo a la distancia :)

valeria dijo...

PD: Bellísimas fotografías, como siempre :)