domingo, 24 de abril de 2011

36 cómodas cuotas


Y acá estoy, domingo al medio día en la habitación 202 de un hotel en Sánz Peña, provincia de Chaco… con un resfrío que no se quiere ir desde hace tres días. Escuchando toda la música de la biblioteca de reproductor… cosa rara si me preguntar… pero variada, muy variada.
 Se supone que las Pascuas deberíamos pasarlas en familia, pero el deber me llamó y tenía que adelantar trabajo; pero resulta que llovió y no pude adelantar nada. Y acá estoy en mi quinto día de ocio ya sin ideas creativas jaja.
Desde que me lo propuse más o menos cuando escribí el post anterior… trato de ver las cosas desde otro ángulo, desde un ponto de vista más positivo… y déjenme decirles que eso sirve. Y mucho!
Todavía falta, pero falta poquito para saber si la buena onda atrae buena onda… Resulta que hace no más de una semana estaba todo un tanto complicado, digamos que era muy difícil buscarle el lado bueno de esos días… pero con mucho esfuerzo y convicciones extrañas para mi “yo” actual, logré ver las cosas buenas de las cosas malas… podríamos filosofar largas horas o renglones con eso de la calma después de la tormenta y la felicidad se conoce gracias a la tristeza y todo lo que quisiéramos sarazasear… pero no es el momento.
 Tal vez sea optimismo, algunos lo llaman fe, buena onda y positivismo. Desde unas ganas bárbaras de tirar todo al tacho e irme a andar en bici por el mundo sin importarme más nada… a afrontar la realidad y ver que eso no era lo mejor para el momento que estaba pasando… tengo una familia y tengo que cuidarla para que algún día nos vayamos juntos a andar en bici por el mundo jaja.
 En fin, buena onda, fe, sentido común… herramientas del sistema capitalista y buenos “amigos-jefes” hicieron reflexionar por largas noches de insomnio la posibilidad de afrontar los errores cometidos en mi mini década del noventa que pasé el año pasado. Porque gracias a mis “amigas” VISA y American Express pude acopiar numerosas cosas que hoy están guardadas en cajas esperando una casa… No me arrepiento de las cosas que me compré, sino que hubiera sido mejor pensar las cosas para no tener que deber un dineral que hoy no me sobra… Por lo menos es solo un problema de dinero, hay tanta gente que tiene problemas serios y yo haciéndome problemas por la plata… además tiene solución, así que no es ningún problema sino una circunstancia de la vida que me ayuda a tener experiencia y me va a obligar a que, en las próximas 36 cómodas cuotas, tenga que arreglarme sin tarjetas de crédito… cosa que es lo mejor que me pudo haber pasado. Y está bueno, porque justo empiezo un trabajo que me puede ayudar a mermar gastos de alquiler y comida, así que pareciera ser que la vida está por sonreírme… digamos que la vida me está mirando con buena cara y que se está aguantando la risa… espero que no se burle de mí jaja, sino que se ría conmigo.
 Todo depende de la semana que viene. Tengo que hacer un trámite en el Banco para dejar de pertenecer a ese mundo de 24 cuotas fijas sin interés y volver a ser esa persona que juntaba peso sobre peso para comprarse ropa… La verdad es que soy optimista y vislumbro un futuro lindo. Con una casita alquilada, mis hijas peludas y mi novia cocinando arroz todos los días jajaja. No mentira, no es para tanto, pero seguro que vamos a tener que ajustarnos un poco. Y no me da vergüenza decirlo, porque es la realidad. Y no gano poco, sino que pago mucho jaja, pero son etapas y experiencias que agradezco que me pasen ahora y no cuando tenga una familia más numerosa  con cinco hijos o algo por el estilo… Es una buena oportunidad para vivir tranquilos, austeramente y mirando un poco más en el futuro.
 Digamos que ya la viví, ya la vivimos bien en Corrientes y ahora pagamos las consecuencias de ir de shopping cuando me aburría, de saciar mis vicios capitalistas, comer afuera muuuy seguido y comida rápida casi siempre…
 Son tres años nada más, y en esas 36 cuotas es posible ahorrar y después va a ser como debería ser ahora jaja. Tengo 28 años, y creo que hice las cosas al revés, pero ya las hice así que voy a terminar de hacerlas así. Ya tengo lo de adentro, me falta la casa y el auto… en tres años se pueden hacer muchas cosas y sé que mi compañera me va a ayudar a llegar a la cuota 36 lo mejor posible.
 Es un largo camino, de 36 meses, para saber que tan bueno somos para pensar en el futuro… es cuestión de tiempo y de muchos chanchitos llenos de monedas sin romper…
Vamos a ver qué tan buenos somos como familia ¿pobre? Jaja, no tiene nada de malo, es la realidad y hay que afrontarla.
 Con buena onda, fe, optimismo, entusiasmo y amor… mucho amor; se puede y me voy a demostrar que puedo y que soy como quise ser. Necesito demostrarme que el “yo” que estaba en las cuevas, no se quedó atrapado en San Juan y que todavía me acompaña, un poquito evolucionado pero en esencia ese Sam Espeleólogo está vivo y volverá a tomar el control de mi vida y mis pensamientos, porque es lo que quiero. Y es fácil, muy fácil. Solo hay que hacerlo.
 Creo que la vida me sonríe y el sol saldrá por fin para iluminar mi camino… gracias a Dios, a mi jefe, al Banco, al Gauchito Gil, a mi novia…. O a todos juntos.
 Depende de muchas cosas, pero lo más importante, de lo que más depende todo esto que puede llegar a pasar… es de el Samu que se había quedado atrapado en la cueva donde pasé tantas cosas lindas…  pero ya fui a rescatarlo y lo tengo en mi hombro derecho, dándome consejos…
 Es hora de crecer Samu! Es hora de empezar a vivir… es hora de empezar a pagar las 36 cuotas para ser libre. Es hora de recolectar experiencia para dar consejos…
Es hora de vivir feliz con lo que tenés, que por suerte no es plata. Son dos perritas hermosas y el amor de mi vida… que hace un arroz riquísimo. 

No hay comentarios: